El concepto único de disponer de una placa base partida permite mejorar la maniobrabilidad. Para un trabajo exacto a lo largo de obstáculos o en nichos no es necesario realizar costosas maniobras.
El control remoto por infrarrojos ofrece el más alto nivel de seguridad: el usuario queda protegido de las vibraciones, el ruido y el polvo. Solo se puede manejar el equipo mientras se mantenga el contacto visual. El área de seguridad protege al usuario de cualquier pérdida de control.
El moderno ordenador de a bordo ofrece un estándar único en confort, como la protección antihurto con introducción de PIN, cuentahoras, indicador de temperatura y amplias funciones de diagnóstico.
El sensor de sobrecarga protege al equipo contra cualquier daño en el caso de que se utilice en subsuelos duros.
Transporte más sencillo: el DPU 130 puede transportarse fácilmente en la superficie de carga de un camión pequeño. No es necesario ningún semirremolque de plataforma baja como en el caso de los rodillos.