Existe una clasificación de suelos para determinar cómo debe ser el suelo para una compactación de suelo adecuada que haga posible una construcción estable, sin posibilidades de derrumbe. Éstos son los suelos cohesivos que se conforman de partículas muy pequeñas y grandes cantidades de arcilla y donde predominan los efectos electroquímicos superficiales. 

Hay profesionales especialista en determinar, previo a una construcción, si el suelo es apto o no. Nosotros te contamos una técnica rápida para que puedas comprobar en la obra si el suelo es cohesivo: Tomá una muestra de suelo en tus manos, formá una bola y largala desde la altura de la cintura. Si observas que la bola se mantiene junta en su mayor proporción luego de la caída, lo más probable es que sea cohesivo y va a responder bien bajo la fuerza de impacto de un vibroapisonador. 

La compactación correcta del suelo depende de la cantidad justa de humedad. Los suelos cohesivos de falta de humedad carecen de la capacidad para unirse, cuando el exceso de humedad está presente las partículas comienzan a fluir  produciendo una densidad máxima inalcanzable. Pero cuando las condiciones son adecuadas los suelos cohesivos se unen creando una base portante, firme y estable para muchos tipos de construcción.

Esperamos te haya servido este consejo y recordá que nos encanta que puedas sugerirnos temas de los que te gustaría leer para que los compartamos en las próximas publicaciones. 

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